lunes, 8 de diciembre de 2008
Crónica ruta barranco Almanzor
Por fin nos salió un día bueno.!
Debido a un fallo mecánico la salida se retrasó una media hora, así que llegamos a Almedijar sobre las 10-10:15.
Al final fuimos 4, Pedro I, Pedro II, Marcos y Arturo.
Esta vez no nos costó encontrar la ruta, conforme se entra en el pueblo, da igual que se venga de Segorbe como de Ahín, hay que seguir siempre recto, (todo lo recto que se puede seguir por dentro de un pueblo de montaña). De todas formas siempre podemos preguntar por la quesería, pues está al final del pueblo, justo por donde tenemos que ir. Una vez veamos el cartel de la quesería, no debemos girar hacía ella (lo dejaremos para la vuelta), sino seguir recto hasta salir del pueblo.
A los pocos metros veremos un pequeño merendero con sus banquitos de piedra, sus mesas y unos columpios. Ahí podemos dejar el coche.
Seguimos el camino hasta encontrar las marcas de la GR (roja y blanca) y estas son las que seguiremos todo el trayecto.
Después de caminar un rato por una pista hormigonada, llegamos ya a una pista forestal, que en este momento estaba de obras, pues estaban enterrando unas tuberías de agua. Al final, siguiendo las señales entramos en el barranco mismo, por una pequeña senda donde la vegetación empieza a emerger. Durante todo el trayecto nos acompañan enormes alcornoques con la característica de estar desprovistos de parte de su suber o corcho, con el cual luego se realizarán los tapones para las botellas de vino que algunos compraran en la quesería (ya nos contareis que tal estaba el vino).
El camino a través del barranco discurría cerca de un pequeño riachuelo, el cual íbamos cruzando constantemente sin ninguna dificultad. La vegatación espesa nos dejaba ver helechos, musgo, líquenes, romero (romer - Rosmarinus officinalis) , aliaga (argilaga - Ulex parviflorus), etc...
Fuimos ascendiendo por el barranco hasta encontrarnos con una pista mas ancha y llana, por donde pasaron unos amantes de la naturaleza con 4 o 5 motos de cross haciendo una ruído infernal. Seguimos esta pista que nos llevó hasta la carretera de Ahín-Almedijar, justo en el collado de Íbola.
Desde allí sale una pista marcada con rojo-blanco-verde que lleva hasta el pico Espadán.
Como la subida nos había costado unas 2 horas y eran ya pasadas las 12 del mediodía, decidimos dejar la subida para otra excursión, comenzándola desde el collado.
Como Pedro I tenía incrustada en la cabeza una piedra... la de la carne a la piedra, que no podía quitarse de la mente, recordando la última vez que estuvo en almedijar, decidimos que la próxima sería, subida al pico Espadán y luego comer en el restaurante del pueblo carne a la piedra.
Volvimos por donde habíamos venido, y aprovechamos la vuelta para recoger algo de basura que habíamos visto.
Un pequeño pie en falso le produjo a Marcos un agujero en el pantalón y una herida en la rodilla...nada que un aventurero como él no pudiera soportar.
Mas tarde otro pie en falso produjo un episodio cómico a Pedro I (para él también como puede verse en la foto), sin mayores consecuencias. Desde entonces ya no se acercó mas a los bordes de la senda.
Al final recogimos un par de bolsas de basura, entre papeles, envoltorios, latas...
Es una pequeña ruta muy recomendable por la exuberante vegetación y por no ser nada complicada. Esperamos con ansia la subida al Espadán...sí, sí, Pedro, y la carne a la piedra.
Antes de volver a casa hicimos la parada en la quesería, donde cargamos todos con quesos variados, vino, miel y mermeladas. Que se va a hacer, tenemos todos buena "barreta".
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